¿Actúas como alguien de 50 años si embargo tan solo tienes 30 años?. Por otra parte, cuando asistimos a alguna reunión social, notamos que nuestra compañera de colegio sigue teniendo el mismo espíritu juvenil de siempre y la notamos hasta más lozana. Entonces nos preguntamos: ¿cómo es posible que, para algunos, los años no pasen?.

Una cosa son los años que cumples y otra muy distinta es la edad metabólica que tienes, la cual no depende tanto del paso del tiempo como del estado de tu forma física y de tu salud.
Así que, dos personas que han nacido el mismo día pueden tener dos edades metábolicas muy diferentes. Especialmente si una de ellas ha tenido hábitos de vida saludables y la otra no.
La edad metabólica es un parámetro bastante eficaz para llevar un control sobre la salud de nuestro organismo y debemos de procurar que ésta sea igual o menor que nuestra edad real o cronológia si queremos gozar de una buena salud. Llevar un estilo de vida saludable que abarque una alimentación sana y equilibrada, y práctica de ejercicio físico puede hacer que una persona con 60 años aparente muchos menos.
Si tu edad metabólica es mayor que tu edad cronológica, debes hacer cambios en tu estilo de vida, llevar una alimentación sana y realizar ejercicio físico a diario, ya que significa que nuestros hábitos de vida no son correctos y que estamos en riesgo de tener problemas de salud.
¿Es posible reducir la edad metabólica?
La respuesta es SÍ y el primer paso es tomar la decisión de comenzar a obtener mejoras en la salud de nuestro cuerpo y cambiar algunos hábitos de vida.
La fuerza de voluntad será un factor clave en este emprendimiento. El plan para rejuvenecer nuestro organismo incluye tres aspectos fundamentales que son muy fáciles de mejorar en poco tiempo:
Entrenamiento
Si no se posee la suficiente experiencia deportiva, y en lugar de ir dando palos de ciego mediante rutinas generalistas, lo más recomendable es ponerse en manos de un entrenador personal, es decir, una persona que sepa adecuar, racionalizar y obtener el máximo partido y los mejores estímulos, de nuestra capacidad, sin producir ningún altercado en la salud. Cada persona requiere de un ajuste individualizado.
Nutrición
Íntimamente ligado a lo anterior, si generamos el estímulo adecuado mediante el entrenamiento, el “combustible” que utilicemos deberá ir acorde. La comida, mediante el aporte de los macro y micronutrientes, es la manera con la cual cargar los depósitos energéticos y poder realizar entrenamientos más demandantes, además de contribuir a regenerar, reparar y construir los tejidos que forman todos los sistemas, para restablecer el orden interno. Un metabolismo eficiente será aquel, que aportando la adecuada alimentación, sea capaz de poder recuperar de los esfuerzos, además de estar disponible de manera más óptima para los siguientes. Por supuesto, la carga de trabajo tiene que ser asociado en los requerimientos.
Partimos una vez más de que si nuestros conceptos en relación al mantenimiento de una dieta o alimentación adecuada no son lo suficientemente óptimos, debemos buscar la asesoría de un profesional.
Descanso
Factor sumamente importante y ligado a los anteriores. Un descanso eficiente proveerá de un mejor entorno metabólico, en todos los sentidos.
Reducir los niveles de estrés, incrementar el sueño profundo, son acciones que deberemos profundizar y prestar muchísima atención por el bien de mantener nuestra salud. Si te has visto obligado a cambiar la conducta y patrón de sueño por diversas circunstancias (estudio, hijos, trabajo, etc.) es posible que el ritmo circadiano se haya visto alterado. Este corresponde al reloj biológico interno que regula nuestro patrón de funciones fisiológicas, y por supuesto, controla el metabolismo.